La verdad

Señora verdad: quien te llama no te conoce, no sabe lo dura que eres y el daño que haces. Eres tan abstracta en sentimiento y tan dañina en intención. Pero te acepto, gracias por tumbarme y golpearme, gracias, eso espero decir algun día cuando despierte, cuando me recupere de tus heridas espero querida verdad darte sinceramente las gracias.